miércoles, 4 de abril de 2018

Charla introductoria sobre criptomonedas

Esta fue la ponencia que hice en un evento que tuvo lugar en el Salón Laura Boyer del Nivel Central de la Universidad Nacional Abierta el 12/03/2018 sobre las criptomonedas y la tecnología blockchain. Esta charla persigue tres propósitos:

El primero es dar a conocer un poco los fundamentos teóricos de esto. Explicar en los términos más sencillos posibles qué son las criptomonedas y como funciona la tecnología del blockchain. Aquí trataré de explicar también cómo esto difiere de las tecnologías financieras que hemos conocido hasta ahora. Esto ocupará las tres primeras partes de la charla.

Segundo, explico la práctica: Como podemos hacer los venezolanos para iniciarnos en esto de las criptomonedas.

Por último, esbozaré unas conclusiones para explicar porqué yo pienso que las criptomonedas y la tecnología blockchain son elementos que pueden ayudar a que los Venezolanos sobrevivamos a esta crisis infernal causada por un gobierno con la peor gestión económica de nuestra historia.



Hablar del origen de las criptomonedas y la tecnología blockchain es hablar del momento en que se invento el Bitcoin- la primera criptomoneda del mundo.



Este evento esta rodeado de mucho misterio- hasta hoy nadie sabe quien fue su inventor. La invención del Bitcoin es atribuida a un tal Satoshi Nakamoto, pero este es sólo el seudónimo de quien en octubre del 2008 publicó una propuesta técnica (o whitepaper) detallando un sistema de pago electrónico peer-to-peer descentralizado. Ya para el 9 de enero del 2009 se había minado el bloque cero - o bloque génesis - del Bitcoin, con lo que el sistema de software y la red Bitcoin entró en operación.
Ciertamente, antes del Bitcoin, ya existían los sistemas de pago electrónicos - piensen en tarjetas de débito y crédito, servicios como Paypal o inclusive la red interbancaria global SWIFT. Pero el Bitcoin es radicalmente distinto de estos - es descentralizado y no requiere de autoridades bancarias para emitir el dinero o autorizar las transacciones. Para comprender cuán significativo y revolucionario es esto, tenemos que entender un poco sobre la naturaleza del dinero y las características de los sistemas de pago creados hasta entonces.

Por cierto, en el bloque génesis esta encriptado un mensaje que se refiere a un titular publicado en el Financial Times el día 3 de enero alusivo a los bailouts de las instituciones bancarias que ocurrieron en plena crisis financiera durante los años 2008 y 2009.

Pareciera que Satoshi Nakamoto intentaba fijar posición sobre la necesidad de crear un tipo de dinero cuya emisión no dependiese del sistema financiero tradicional con sus bancos centrales de reserva fraccionaria porque en cualquier momento, estos podrían dejar a millones de personas en el planeta sin sus ahorros. Una idea bastante subversiva sobre la cual volveremos en las conclusiones de esta charla.

Si mi hija de nueve años me preguntase "Papá, ¿qué es el dinero?" La respuesta correcta sería "Hija, ... no sé".

Esta sería la respuesta correcta en todo caso. El tema del dinero es demasiado abstracto y complejo ...

Pero como estoy dando una charla en la universidad, me las daré de interesante diciendo algo cómo:

El dinero tiene que ver con la colocación de derechos especiales de giro a través del fondo monetario internacional y el banco mundial en un sistema flotante libre de intercambio de mercado de monedas que compiten mediante balances de comercio a lo largo de un espectro internacional de cotizaciones de intercambio ajustadas a la inflación que luego pueden ser utilizadas para crear deuda local, que es emitida por el tesoro en retorno de moneda que es impresa por el banco central, distribuida a los bancos que luego la prestan por medio de un sistema de reserva parcial de encaje de aproximadamente 10 a 1 y distribuida a la economía, creando ya sea efectos inflacionarios o deflacionarios, permitiéndonos a todos experimentar la velocidad del comercio en el intercambio de un token abstracto que representa la promesa de valor futuro depreciado por la tasa de inflación y ajustado por el retorno en inversión. 

Bueno... Si el resto de exposición será así vamos mal, ¿no? Entonces, vamos a limitarnos a exponer algunas características esenciales del dinero y los sistemas de pago para que puedan funcionar como tales. Luego, eventualmente veremos cómo el Bitcoin y las criptomonedas en general resuelven estos problemas. 

Retrocedamos un poco, pero no tanto como para comenzar a hablar de la economía de trueque. 



Pensemos en el dinero como monedas y billetes - de hecho, esta es la manera más fácil y concreta de pensar sobre esto.

Sin embargo, incluso aquí estamos hablando de algo bastante abstracto. Esos billetes y monedas (a menos que sean monedas de oro), no tienen ningún valor intrínseco. Tan sólo representan unidades de valor. Son tokens, o fichas, con las cuales tasamos el precio de todas las cosas. Sólo tienen valor porque todo el mundo se ha puesto de acuerdo sobre su valor y porque son emitidas y respaldadas por un estado. Hay un banco central y una casa moneda que las emite. 

Esto es importante- resaltamos que las monedas y billetes sólo son emitidas por un ente central y se producen de tal forma que sea imposible, o por lo menos muy difícil, que el resto de nosotros hagamos copias (falsas) de esas monedas y de esos billetes. 

Ahora vamos a hablar de los bancos como intermediarios de pagos, que es el siguiente paso lógico en la evolución de las tecnologías financieras.

Cuando aparece el mercantilismo, surgen los bancos, para proveer la liquidez monetaria que requería la expansión económica global. Se dice que la familia de los Medici perfeccionó el invento introduciendo los estándares de contabilidad de doble entrada.


Con los bancos, surgen los cheques, que son instrumentos con los cuales una persona puede girar pagos a otros autorizando al banco para descontar de su cuenta un dinero y entregándoselo al cobrador en monedas o billetes.

Un punto importante es que el pagador autoriza al banco a entregarle una suma de dinero al portador del cheque mediante una FIRMA. El banco verifica esta firma contra sus registros y si coincide, le paga el cheque al portador. En los sistemas de pago electrónicos, la autorización de pago se hace cuando el usuario ingresa una clave en un punto de venta que se comunica directamente con el banco.



En todo caso, el banco se hace imprescindible porque únicamente el banco es quien verifica las ordenes de pago. Todo esto que estoy diciendo parece obvio pero cuando uno se plantea cómo sería un sistema de pagos a escala mundial que funcione sin bancos ni entes centrales cómo intermediarios, el asunto se torna complejo...

Otro problema que se puede presentar con los cheques y los sistemas de pago más modernos es el problema del doble gasto. Supóngase que yo giro dos cheques con un monto total mayor al disponible en mi cuenta. Como los portadores de esos cheques tienen que dirigirse al banco para cobrarlos, el que llega primero cobra y en cambio el segundo cheque es rebotado. La idea es muy similar en el caso de los sistemas de pago electrónico. De esta forma los bancos evitan el problema del doble gasto.



Claro está, pensando en un banco o entre central que ejecuta los pagos en el orden cronológico en que suceden, todo esto es bastante obvio. De nuevo, imagínense que tienen una situación donde hay muchos entes verificando y ejecutando pagos de manera paralela e independientes unos de otros. ¿Cómo se evitaría el problema del doble gasto entonces?

Este es un caso particular de una clase de problemas que se conoce en las ciencias de la computación como el problema de los generales bizantinos. Es un problema de difícil solución y Satoshi Nakamoto fue el primero en resolverlo de una manera práctica aún cuando no 100% definitiva, mediante algo que se llama "Prueba de trabajo".

En resumen, el dinero que conocemos hasta ahora es emitido de manera centralizada por el estado. Los estados nacionales tienen el monopolio de la emisión de dinero. La banca privada, también de manera centralizada, controla la autorización de los pagos y evita el problema del doble gasto.

El Bitcoin y las criptomonedas en general son radicalmente novedosos porque con estas, ya los estados no tienen el monopolio exclusivo de la emisión del dinero, sino que se hace posible que la gente emita su propio dinero sin una autoridad central y sin embargo, con las criptomonedas, el dinero no se crea de forma indiscriminada, de modo que sigue siendo un bien relativamente escaso, lo cual hace que no pierda su valor (como está pasando de manera trágica con el Bolivar, no?)

Con las criptomonedas, tampoco hay una autoridad central que verifica la autorización de los pagos y controla que no haya doble pago. Todo esto - la emisión y la autorización de pagos - se logra gracias a la criptografía matemática. Por esto se le llaman criptomonedas. Para entender esto, vamos a explicar un poco más en detalle cómo funciona el Bitcoin en particular, aunque todo eso será extensivo a las otras criptomonedas.

El componente fundamental del Bitcoin es una base de datos donde están registradas de manera pública todas las transacciones de dinero realizadas desde su concepción en el 2009. Se conoce como el blockchain, o la cadena de bloques. En vez de identificar a los usuarios por su nombre, se identifican las billeteras mediante sus direcciones, que son secuencias alfanuméricas más o menos así como estas:

La identificación del propietario de esa dirección no se almacena en la base de datos, de modo que hay cierta anonimidad.



Piensen en estas direcciones de billetera como direcciones de correo electrónico, sólo que en vez de enviar y recibir correos electrónicos con ellas, recibimos dinero y enviamos pagos. Las direcciones de billetera son las claves públicas - aquellas que todo el mundo puede ver. Estamos acostumbrados a pensar que nuestra cuenta bancaria contiene (o la mayor parte de las veces, no contiene) plata. Pero las billeteras de Bitcoin no contienen monedas de bitcoin- son simplemente direcciones o claves públicas que aparecen asociadas a transacciones en un ledger contable de doble entrada. El balance de todos los egresos e ingresos es el "saldo" asociado a esa billetera en un momento dado.



Las billeteras también tienen una clave privada, que sólo maneja el dueño de la billetera. Esta clave privada es requerida para autorizar las transacciones de pago desde nuestra billetera y es de tal complejidad que es prácticamente imposible adivinar la clave privada a partir de la clave pública.

Supongamos pues que se van a transferir 2.5 BTC desde la billetera A hacia la billetera B. Demos por hecho, al menos momentáneamente, que la billetera A "tiene suficiente saldo" (ya hemos mencionado que es incorrecto decirlo así). Entonces, desde el programa cliente de Bitcoin para la billetera A, se genera una firma digital a partir de la su clave privada y el mensaje de la transacción que contiene todos los otros datos relevantes sobre la transacción a realizar (dirección pública receptora, dirección remitente, marca de fecha/hora, etc.).

Esta firma digital - o ID de la transacción - es tal que si luego se cambia tan sólo una letra o dígito del mensaje de transacción, deja de ser válida. Esto quiere decir que el ID de la transacción es único para cada transacción, aún si la billetera remitente es la misma.

Lo que ocurre después, cuando la nueva transacción con su firma digital "sale" para ser confirmada, es bastante interesante...



Cuando el envío de dinero desde la billetera A es colocado en el lote de transacciones por validar.

Eventualmente es tomada por algún usuario de entre la clase de usuarios del sistema bitcoin conocido como mineros para ser validada. El minero en realidad no es una persona, es una máquina corriendo el software de un nodo completo de Bitcoin con una copia de todas las bases de datos del sistema. Son los mineros los que mantienen el sistema funcionando.

Un minero podría estar al otro lado del mundo desde donde está el remitente, pero al comparar la firma digital de la transacción contra el mensaje de la transacción puede, oígase bien, validar la transacción SIN conocer la clave privada del remitente. Esto es gracias a algoritmos de criptografía matemáticas bastante complejos. Las transacciones pueden recibir confirmaciones de varios mineros antes de ser asentadas en el libro de contabilidad público alojado en el blockchain.

Una de las razones por la cual las criptomonedas son tan difíciles de comprender para nosotros es que redefinen el concepto de propiedad. La propiedad de algo, en el sentido tradicional, significa tener custodia personal del objeto del cual somos dueño o dar esa custodia a un banco, o ente sobre el cual depositamos nuestra confianza.

En Bitcoin, no existen monedas almacenadas centralmente en alguna parte y por lo tanto no hay nada que custodiar, es decir ninguna entidad es custodia de algo. Lo que existen son registros de transacciones asociadas a direcciones en un libro de contabilidad público y distribuido, del cual los todos los mineros tienen una copia. Ser dueño de una cantidad de Bitcoin significa tener la habilidad de crear un registro de transferencia en ese libro contable gracias a que se dispone de la clave criptográfica privada de una billetera.

Aquellos interesados en indagar un poco más sobre las matemáticas de esto pueden buscar en Google información sobre Algoritmos para firmas digitales mediante curvas elípticas, o revisar en el siguiente enlace:


Como anécdota, les voy a hablar un poquito sobre las piedras Rai, que fueron usadas en algunas islas del pacífico como monedas o dinero. Las piedras Rai eran círculos de piedra gigantescos, llegando a pesar en algunos casos hasta 4 toneladas. Obviamente, no eran usadas como monedas que uno podía llevar fácilmente- un sencillito ahí.


La ubicación física de estas piedras era irrelevante- incluso en algunos casos durante el transporte marítimo las piedras se hundían al fondo del mar. Y aún así, las piedras se utilizaban como dinero porque lo relevante aquí era que la historia de como cada piedra de estas iba pasando en manos de distintos dueños. Esta historia quedaba "registrada" mediante la tradición oral.

En el caso del bitcoin, las transacciones se van agregando a un bloque a medida que llegan. Cuando algún minero genera la clave criptográfica de bloque, este se agrega a la cadena de bloques (el blockchain) enlazándolo con la clave criptográfica o hash del bloque anterior en la cadena. Los bloques que están más atrás en la cadena tienen mayor validez y la criptografía matemática es la que viene a sustituir la tradición oral. Sobre este aspecto no hemos hablado aún, pero es importante mencionarlo porque así se resuelve el problema del doble gasto.

A medida que se crean transacciones para validar, estas se van colocando en un pool de transacciones no validadas. De acuerdo al orden cronológico de llegada, cada minero va armando estas transacciones en bloques. Pero debido a que las transacciones se van propagando por toda la red a distintas velocidades, cada minero va armando su bloque de manera distinta. ¿Como se decide entonces cual versión del bloque anexar a la cadena de bloques?



Para poder anexar su bloque a la cadena, un minero debe resolver un problema criptográfico cuya dificultad es variable y se configura automáticamente de modo que se agreguen bloques a la cadena cada 10 minutos aproximadamente.

El problema criptográfico consiste en ir ensayando distintos números en una función criptográfica o hash. Esta función es tal que podemos calcular su valor o hash para un cualquier número que le demos como valor de entrada, pero el problema inverso, que sería el de encontrar un valor de entrada que dé un hash o valor de salida determinado, no se puede resolver, de modo que se deben probar valores aleatoriamente hasta encontrar un valor de salida que dé por debajo de cierto valor umbral.



Gracias a las leyes de la probabilidad, algún minero encontrará un valor cuyo hash sea menor al valor umbral en aproximadamente 10 minutos.

Por otra parte, estamos claros en que al minar un bloque, se alcanza automáticamente un consenso sobre el orden en que suceden las transacciones y se resuelve el problema del doble gasto.

Y hablando de gastos, durante los procesos de verificación de transacciones y el "descubrimiento" de nuevos bloques se realizan cálculos matemáticos que son computacionalmente muy intensivos. El cálculo de estos hashes es lo que llaman "minería" y su realización requiere de aparatos de cómputo especializados para ello. Estos aparatos consumen bastante corriente eléctrica y por lo tanto la minería de criptomonedas tiene un alto costo operativo, además de la inversión en hardware.



Los mineros recuperan sus costos operativos porque cobran una pequeña suma de Bitcoin al validar transacciones y cada vez que "descubren" un nuevo bloque, reciben una recompensa en Bitcoin. De esta forma, se va emitiendo nuevo dinero de una forma controlada y predecible matemáticamente. Cada cierto tiempo, la recompensa por bloque va reduciéndose a la mitad y a la vez, la dificultad de minería va aumentando.

Eventualmente, las recompensas serán prácticamente nulas cuando se hallan minado poco más de 21 millones de Bitcoin. De esta forma, la emisión de monedas Bitcoin es un proceso controlado por las matemáticas - de ahí la frase en latín Vires Numeris, que quiere decir "Valor en los números". El Bitcoin es un dinero deflacionario porque al igual que el oro, sólo puede existir una cantidad finita de ello. Por eso a veces se refieren al Bitcoin como "Oro digital 2.0".

He dejado muchos detalles técnicos por fuera a fin de explicar lo esencial. Espero que hayan podido comprender cómo el Bitcoin permite a cualquier persona en cualquier parte del mundo enviar dinero a otra persona en cualquier otro lugar del planeta. Antes de explicar cómo crear una billetera y comenzar a trabajar con las criptomonedas, permítanme comentarles algo sobre la evolución del precio del Bitcoin.

El bitcoin tenido un crecimiento de precio vertiginoso, pasando de fracciones de centavos hasta alcanzar un pico histórico de 19500$ en diciembre del año pasado. Actualmente se ubica en unos $9000-$10000. La volatilidad en el precio está a la orden del día, pero la tendencia a la larga es al alza.

Hay algunas páginas útiles para monitorear los precios de las criptomonedas. Una de ellas es www.bitven.com. En esta página se puede monitorear el precio actual de las principales criptomonedas tanto en dólares cómo en bolívares.

La otra página útil es www.coinmarketcap.com. En esta página se tienen los precios de más de 100 criptomonedas distintas. Para cada criptomoneda, podemos consultar su precio actual en dólares, la cantidad de monedas emitidas hasta el momento, el market cap (que es la cantidad de monedas emitidas multiplicada por el precio unitario) y la variación diaria.

 Viendo que el precio de un bitcoin ronda los diez mil dólares, muchos podrían pensar que es imposible invertir pues jamás conseguirían los diez mil dólares para comprar un Bitcoin. Pues no es necesario comprar un bitcoin entero- se puede comprar una fracción!

A diferencia de las monedas tradicionales, cuyos montos tienen sólo hasta dos lugares decimales, una cantidad en Bitcoin tiene hasta ocho lugares decimales. La unidad más pequeña de Bitcoin es un satoshi, que es una cien millonésima parte de un bitcoin. Actualmente, un satoshi vale aproximadamente 20 Bolívares.

El primer paso para comenzar a usar criptomonedas es crearse una billetera. Existen todo tipo de billeteras (las hay hasta para teléfonos inteligentes), pero las más fáciles de usar para principiantes son las que se pueden manejar en línea, por medio de una página web.

En la mayoría de estas páginas, un servidor tiene las claves privadas de la billetera, pero sólo el usuario ingresando a la página con su clave puede acceder a su billetera y mover sus fondos. De modo tal que hay que asegurarse de tener una buena clave y activar otras medidas de seguridad como la autenticación de dos factores. La mayoría de la gente utiliza www.coinbase.com, pero yo les voy a recomendar estas dos:


La razón por las cuales las recomiendo es que soportan monederos de varias criptomonedas y le permiten cambiar unas criptomonedas por otras. Crear una billetera en estas páginas es tan sencillo como crear una cuenta de correo. No requiere demostrar su identidad ni tener cuentas en bancos.

Ojo, cuando explicaba cómo se realizan transacciones en la red Bitcoin, era desde el punto de vista interno de los componentes del software. Hacer una transferencia a otra billetera usando estas billeteras online es bastante fácil. Tan sólo se debe indicar la dirección pública hacia donde quiere enviar los fondos y el monto. El portal de billetera se encargará de lo demás. Recuerde que hacer transacciones de criptomoneda acarrea un pequeño costo o fee de transacción (llamado fee o tasa de minero) y que la transacción puede tardar algunos minutos o más si la red está muy congestionada.

Una vez que tiene su billetera, !hay que buscar la forma de meterle plata a esa condendada!

Una forma sin costo es a través de los llamados "chorritos" o faucets. Un chorrito es una página web donde uno puede cobrar pequeños premios en criptomoneda cada cierto tiempo. Al cabo de cierto tiempo o a partir de cierto monto, uno puede retirar sus ganancias a otra billeera. El secreto de los chorritos es ser lo más constante posible en el cobro del chorrito. Lo que son fracciones de centavo hoy podrían ser decenas o incluso centenas de dolares al cabo de unos años.

Uno de los mejores y más antiguos chorritos es el freebitcoin. Para registrarse en ese chorrito, por favor utilicen el enlace que les estoy suministrando. Una ventaja de este chorrito en particular es que tiene su propia billetera, le pagan intereses sobre saldo diario y las tasas de transferencia son mucho más económicas que con otras billeteras. Por lo tanto, le recomiendo usar freebitcoin como monedero para Bitcoin. Otros chorritos son por ejemplo freedogecoin para otra criptomoneda llamada dogecoin y estos que les doy a continuación pagan a las billeteras de la cuenta de coinpot.co donde ya se registró:

Moonbitcoin (BTC)
Moonlitecoin (LTC)
Moondogecoin (DOGE)
Moondash (DASH)
Moonbitcoincash (BCH)

Si usted es creador de contenidos digitales y tiene un blog, puede vender sus contenidos a cualquier persona en el mundo por medio de portales de pago o payment gateways. Un tal servicio es gourl.io.

Supóngase que, como yo, usted es profesor de la UNA y tiene su blog. Ha escrito algún libro, guía, o inclusive un curso completo con videos y quisiera venderlo en criptomonedas a estudiantes de otras universidades del mundo. Simplemente subiría su contenido en la nube, en una carpeta encriptada con una clave. Cuando la persona desea comprar el contenido, el portal de pagos le indica la dirección de la billetera a la que ha de depositar y luego espera hasta que se confirme la transacción. Una vez confirmada la transacción, le libera al comprador la dirección de descarga del contenido y la clave de la carpeta comprimida.

Por último, es posible comprar Bitcoins en Venezuela con Bolivares. No es necesario tener dólares. Para hacer esto, puede registrarse en localbitcoins.com. Una vez registrado, puede comprar y vender sus Bitcoins de una forma parecida a Mercadolibre, que funciona con un sistema de reputación de vendedores y una especie de intermediario de pagos o agente escrow. Cuando a mi me han pagado bonos de la universidad, he comprado Bitcoin y de esa forma he protegido mi dinero contra la inflación. Ahora uso esto como mi caja de ahorros, en vista de que la hiperinflación ha vuelto completamente inútil la caja de ahorros de la universidad.

A modo de conclusión, quisiera decir que estamos presenciando una tecnología financiera que va a tener enorme impacto en todos los aspectos de nuestra sociedad. Ya no estamos más a merced de los bancos con sus tasas de intereses. Ya no estamos más a merced de los estados con su política monetaria y su inflación perversa, que viene siendo una forma particularmente perversa de tributo que se come nuestros ahorros. El poder de las instituciones financieras e incluso del estado está seriamente amenazado ante esta nueva tecnología. Ellos lo saben y por eso han reaccionado con virulencia y tratan de imponer sus "regulaciones" a las criptomonedas.

Nosotros en Venezuela, quizás más que cualquier otro país en el mundo, hemos sufrido las consecuencias de una gestión económica desastrosa, cuya raíz pareciera ser el control de cambio. Nos es imposible tener acceso a divisas fuertes y estamos condenados a trabajar con una moneda que nos roba el producto de nuestro trabajo y nos ha quitado toda capacidad de ahorrar.

Y es que pareciera que la estrategia del gobierno es empobrecernos cada día más para poder someternos mejor u obligarnos a huir del país para poder sobrevivir. Ese sometimiento es principalmente en el plano económico.

Ahora han inventado el Petro que supuestamente es una criptomoneda. Es cualquier cosa menos eso. Una criptomoneda no se emite por un ente centralizado como lo es el estado- eso va en contra de la esencia de las criptomonedas. El respaldo de una criptomoneda es la criptografía, no unos barriles de petróleo a cientos de metros bajo tierra o unas parcelas de terreno en la luna. He leído que piensan replantear las cajas de ahorro de las instituciones públicas para que trabajen con el Petro. Qué más da! Ya son prácticamente inservibles gracias a la debacle del Bolivar.

Con las criptomonedas tenemos una herramienta formidable para ayudarnos a capear este desastre en el que un profesor universitario gana menos de 10$ al mes.

Con las criptomonedas, se hace factible quedarnos en Venezuela, que al fin y al cabo es nuestro país y nos necesitará cuando llegue el momento de reconstruirla.

Con las criptomonedas, quien les habla ha podido hacer mercados todos los meses. Nada extravagante, pero por lo menos hay comida en la mesa.

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